domingo, 30 de junio de 2013

Escenas y Diálogos #10 (Parte 1)

Este libro ha sido uno de los que más me han hecho poner post it y es que tiene muchas frases o escenas que me han gustado o porque me han hecho reflexionar o simplemente me han divertido. Por lo tanto no podía dejar de hacerle un Escenas y Diálogos al libro...




Cuando Dios era un conejo de Sarah Winman


-¿Qué por qué te mintió? -dijo precipitadamente-. Por culpabilidad, eso es todo. A veces la vida te da demasiadas cosas buenas y tú sientes que no te las mereces.
(Esther Golan a Elly, página 41)


Mi padre pensó que se trataba de un tumor cancerígeno, no porque mi madre fuera genéticamente propensa a desarrollarlos, si no porque buscaba un saboteador a su maravillosa vida. Empezaba a creer que lo bueno era finito y que un vaso que antes estaba medio lleno podía convertirse, de repente, en medio vacío. Resultaba extraño ver cómo su idealismo se desintegraba con rapidez.
(Elly sobre su padre, página 42)


El señor Harris lo había visto en las rebajas y, en lugar de preguntarse: "¿A Eleanor Maud le gustará este abrigo? ¿Le quedará bien a Eleanor Maud?", debió de pensar: "Esta horrible cosa es prácticamente de su talla y seguro que se verá estúpida con ella puesta." Era blanco, con las mangas y la espalda negra, y me quedaba tan apretado como una rodillera, pero era menos útil que esta, y aunque me mantenía caliente, no era porque fuera práctico, sino porque el frío, cuando se acercaba a mi, se detenía y se echaba a reír.
(Elly, página 77)


(...) Los jardines eran cuidados por jardineros paisajistas, los perros iban a la peluquería y los coches eran conducidos por chóferes. Era un estilo de vida que parecía apurar lo que quedaba del vaso medio vacío de mi padre y lo hacía ponerse verde cuando pasaba por allí los fines de semana.
-¡Que casa tan bonita! -exclamo mi madre sin el menor atisbo de celos.
Ella era así: siempre agradecida por la vida misma. Su vaso no solo estaba medio lleno, sino que estaba revestido de oro y se llenaba permanentemente.
(Elly, sus padres, Joe y Charlie en el auto, página 81)


-¿Como te encuentras? -preguntó mi madre.
-Bastante bien -repuse.
-No me refería a ti Elly.
-Estoy bien -contestó mi hermano.
-¿No tienes nauseas?
-No.
-¿Estas mareado?
-No.
-Aunque lo estuvieras no me lo dirías, ¿no? -preguntó ella.
-No -contestó él hechandose a reir.
-No quiero que juegues a rugby nunca más -declaró mi madre de forma cortante.
Él la miro con calma y dijo:
-No me importa lo que tú quieras, yo seguiré jugando.
Entonces levantó su taza de te y bebió tres largos sorbos, lo que debió de quemarle la garganta, pero no lo demostró.
-Es demasiado peligroso -insistió mamá.
-La vida es peligrosa -replicó él.
-No soporto verte jugar.
-Entonces no lo hagas -dijo mi hermano-, pero seguiré jugando porque nunca me he sentido más vivo en mi vida, ni más yo mismo. Nunca había sido tan feliz.
Entonces se levantó y se marchó.
Mi madre se volvió hacia el fregadero y se secó la mejilla. ¿Una lágrima, quizá? Deduje que era porque mi hermano nunca se había aplicado la palabra "feliz".
(Elly, su madre y Joe, páginas 82/83)


Una noche, mi padre me detuvo en la cocina y me preguntó acerca del coche.
-Te gusta, ¿verdad, Elly?
-En realidad, no.
-¡Pero si es un coche bonito!
-Pero nadie más tiene uno igual -repuse.
-Eso es bueno, ¿No crees? distinguirse de los demás, ser diferente -comentó él.
-No estoy segura -contesté, totalmente consciente de mi silenciosa necesidad de encajar, de esconderme de algún modo -. Yo no quiero que los demás sepan que soy diferente.
(Elly y su padre, página 91)


Mientras mi familia se desmoronaba, lo mismo ocurrió con mi vida escolar. Me abstenía felizmente de leer o escribir trabajos y, de una forma deliberada, informaba a la profesora de que tenía problemas domésticos en casa. Aprovechaba cualquier oportunidad para abrazar la idea de que yo también procedía de una familia desestructurada.
(Elly, página 92)


-¡Oh escucha!- exclamé levantando el dedo hacia el cielo-. ¡Es mi canción favorita!
Jenny Penny prestó atención y sonrió.
-¡La mía también! me se toda la letra. "I see a little silhouetto of a man. Scary mush. Scary mush, will you do the fandango?"
-¡No pasarás! -gritó la señora Penny.
-"Thunderbol and lighting, very very frightening. MEEE!" -canté.
El señor Harris corrió hacia nosotras.
-¿Donde está tu padre, Elly?
-"Galileo, Galileo, Galileo."
-"Fig Roll!" -gritó Jenny Penny.
-¿Y tu padre, Elly? ¿Dónde esta? Esto es serio. Creo que se va a producir una pelea.
-"I'm just a poor boy, nobody loves me" -canté yo.
-¡A la mierda! -exclamó el señor Harris, y se marchó.
-¡Esto es lo que pienso de tu primo policía! -gritó la señora Penny mientras enseñaba sus bamboleantes pechos.
-¡Cielos! -exclamo mi madre pasando a toda prisa por nuestro lado y subiéndose las mangas-. Pro-ble-mas -añadió en su molesta y entrecortada forma de hablar.
-"Let him go!" -cantó Jenny Penny.
-"I will not let you go" -canté yo.
-Se trata de un simple malentendido -dijo mi padre.
-¡Suélteme! -gritó la señora Penny.
-Podemos arreglarlo mientras tomamos una taza de té -terció mi padre con calma.
-"I will not let you go!"
-"Let him..."
-¡VOSOTRAS DOS QUERÉIS CALLAROS DE UNA PUÑETERA VEZ! -gritó el señor Harris desenchufando el tocadiscos de un tirón.
(Elly, su padre,  Jenny Penny, Sr. Harry y Sra. Penny, páginas 101/102 y 103)


Si mis padres se hubieran detenido un bendito momento, si se hubieran parado un instante y se hubieran quedado callados en el silencio, habrían oído el ruido que hacía el corazón de mi hermano al partirse en dos.
(Elly, página 117)


Lamento el que algunas escenas sean tan largas pero quería escribir la escena completa sin dejar algún detalle fuera. En breve subiré la segunda parte de este Escenas y Diálogos. Que tengan un buen día :)



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