Escenas y Diálogos #14

Hace unos días terminé de leer el libro del cuál haré el escenas y diálogos de hoy. Debo decir que me costó encontrar frases que me gustaran como me gustaron las de otro libro de la misma autora (ejeeem Orgullo y Prejuicio), lo cual no quiero decir que el libro no me halla gustado porque me encantó. Pero aun así...

Persuasión de Jane Austen

¡Con qué rapidez encontramos motivos para acceder a lo que nos conviene!

(extracto página 21)

(...) En realidad, sostengo desde hace mucho tiempo que, aunque todas las profesiones son honorables y merecen respeto, solo quienes no se ven obligados a practicar ninguna y viven de manera tranquila en el campo, eligiendo su propio horario y sus quehaceres, y residiendo en su propia casa, sin atormentarse por ganar más; sólo ésos, digo, alargan hasta el ,máximo los beneficios de una buena salud y un buen aspecto.

(Sra. Clay, página 27)

Que a uno lo reclamen por sus buenas inclinaciones, aunque sea de mala manera, es siempre mejor que ser rechazado por lo contrario (...)

(extracto página 38)

-Apenas hay ningún defecto físico -respondió Anne- con el que uno no se pueda reconciliar poco a poco si la persona tiene modales agradables.

(Anne, página 40)

(...) habría sido imposible encontrar dos corazones más francos, dos gustos más semejantes, dos sentimientos más armónicos, dos semblantes más amados. Y, sin embargo, ahora eran dos extraños; no, incluso peor que extraños, porque los extraños pueden terminar conociéndose. Estaban distanciados para siempre.

(extracto página 67)

El tamaño físico y la aflicción espiritual no siempre se atienen a las mismas proporciones. Una silueta grande y abultada tiene el mismo derecho a sentir penas profundas que el conjunto más grácil de miembros pueda haber en el mundo. Sin embargo, triste es reconocerlo, hay combinaciones poco favorables que la razón siempre defenderá en vano, que el gusto nunca podrá tolerar y que serán patrimonio del ridículo.

(extracto página 72)

-(...) pero cuando el dolor termina, el recuerdo que queda a veces se transforma en placer. No se ama menos un lugar por haber sufrido en el, a menos que todo haya sido sufrimiento, nada más que sufrimiento, pero éste no fue el caso en Lyme. Sólo estuvimos alterados y desencajados las últimas dos horas; antes de eso, disfrutamos mucho.

(Anne al capitán Wentworth, página 185)

-(...) La verdad es que no los olvidamos tan pronto como ustedes a nosotras. Quizá sea nuestra cruz, más que nuestro merito. No podemos evitarlo. Permanecemos en nuestras casas en silencio, confinadas y consumidas por nuestro pesar. Ustedes no tienen más remedio que hacer el esfuerzo. Siempre tienen que salir a trabajar, enfrentar proyectos o asuntos de una u otra índole que los devuelven enseguida al mundo, y el ajetreo y el cambio debilitan pronto las impresiones.

(Anne al capitán Harville, página 234)

Ahora, dentro de los límites que la condición humana concede a dicho sentimiento, no tengo nada que reprocharme: si no estoy muy equivocada, un férreo sentido del deber es una buena cualidad para una mujer.

(Anne al capitán Wentworth, página 249)